viernes, 23 de octubre de 2015

Las treinta monedas de plata de Judas Iscariote

“Uno de los doce, el que se llamaba Judas Iscariote, fue a ver a los jefes de los sacerdotes. — ¿Cuánto me dan, y yo les entrego a Jesús? —les propuso. Decidieron pagarle treinta monedas de plata. Y desde entonces Judas buscaba una oportunidad para entregarlo”.
(Mateo 26:14-16 NVI)


Persona misteriosa y sombría, poco se conoce de ella en la escrituras, más de lo que se menciona de él en el nuevo testamento en su caminar como apóstol de Jesús.
Allí, en medio de los doce, escuchando a Jesús predicar, compartiendo con Él momentos especiales de unción, crecimiento y comunión espiritual. Me asombra la manera como Jesús lo trató, siempre con amor, perdón y reconciliación, aun sabiendo que él traería a su vida traición y muerte.
Conocía el corazón de Cristo, desvió su mirada a la avaricia, dejó de escuchar la voz de Dios, para tomar el camino a la destrucción, es más, jamás sabremos si realmente lo escuchó alguna vez. Su dios dinero, lo impulsaba a robar, juzgar y ambicionar riquezas, sin importar lo que pudiera causar al prójimo.
Al igual que nosotros, Judas cumplió el plan y propósito que Dios había trazado para él. Jesús debía morir crucificado para el perdón de nuestros pecados, y el instrumento usado en ese momento, para que se cumpliera lo que estaba escrito, era él.
Vendió no solo a Jesús, sino sus principios, su integridad, sus oportunidades, a lo mejor sus sueños y proyectos, por tan solo unas monedas de metal, que aunque tenían un gran valor para aquella sociedad, al estar untadas de sangre, las hacía malditas y reprochables, ante los hombres y ante el creador.
Se apartó de la fe verdadera, y tomó el camino de la oscuridad, hipocresía y muerte, ofrecidas por satanás.
Al igual que Judas, somos responsables de crucificar a Jesús una y otra vez, con nuestras acciones carentes de fe e inundadas de dudas. Traicionamos su nombre, cuando cedemos ante la presión del mundo, para recibir dádivas de fama, prosperidad económica o satisfacción emocional. No somos ajenos a la tristeza que causamos a otros, vivimos en desobediencia y sin arrepentimiento genuino, a pesar de ver las consecuencias atroces que traen las decisiones guiadas por nuestro afán de protagonismo.
Fuimos elegidos, escogidos, apartados por el Todopoderoso, proclamados sus hijos amados y conociendo sus bondades, nos paramos frente al abismo, para morir ahorcados suspendidos en medio de la iniquidad causada por el  pecado reinante en nuestras vidas.
Me pregunto qué sintió Jesús, cuando Judas lo besó en su mejilla. Era humano, Judas era su amigo, le había dado confianza,  y al igual que a los otros, Él se había tomado el tiempo para instruirlo y darle a conocer las escrituras y las enseñanzas del Padre, sobre una vida en Santidad. Sin embargo, decidió saltar al precipicio, para ser cubierto por la sangre de aquel que por amor, ya había decidido morir por él.
Quiso deshacer aquel negocio, pero el sonido de las 30 monedas recibidas, al ser arrojadas al suelo, retumbaron en lo más profundo de su ser, para recordarle, que cada mala acción trae una consecuencia y que aquel que atenta contra el Hijo de Dios, será condenado por la eternidad a la desidia y la destrucción.
 “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor”.

(Romanos 6:23 NVI)


sábado, 17 de octubre de 2015

Caminando por la cuerda floja

CAMINANDO POR LA CUERDA FLOJA

Escrito por Lilo de Sierra
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“No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no recordarás más el oprobio de tu viudez. Porque el que te hizo es tu esposo; su nombre es el Señor Todopoderoso. Tu Redentor es el Santo de Israel; ¡Dios de toda la tierra es su nombre!”
(Isaías 54: 4-5 NVI)
Después de algún tiempo de amistad previa, 7 años y medio de un buen noviazgo y otros siete años y medio de un mal matrimonio, había sido inscrita en la asociación de suicidas frustrados, a causa de una decepción amorosa que abatía mi alma. Mi necedad y su pecado, llevaban al abismo los sueños mutuos construidos dentro de nuestro proyecto de vida como pareja y como familia.
Luego de cuatro infidelidades comprobadas, faltas de respeto continuas, y la muerte sistemática y progresiva del amor que algún día nos había unido, fortalecida en mi Dios, me declaraba sobreviviente del Divorcio, anhelando una oportunidad para retomar mi sueño de ser esposa y mamá, dentro del plan de divino de Dios.
En un estado de soledad, profunda tristeza, humillada, despreciada y rechazada, con el corazón partido en mil pedazos y sin esperanza, me encontraba hace 11 años en la ciudad de Cali, esperando que un milagro ocurriera en mi vida.
Recibí a mi Señor, y supe a través de la promesa contenida en Isaías 54, que jamás estaría sola, que mi anhelo de ser esposa era una realidad, porque allí estaba Él, ofreciéndome felicidad, a cambio de depender únicamente de Él y no de un simple mortal.
El Señor, prometió que no sería humillada, ni avergonzada y que habría de ser llamada a sentir su profundo amor y su compasión. Le había fallado a Dios, mi desobediencia y auto bendición, hicieron que ignorara que sus planes eran másaltos que los míos, se habían generado eslabones de maldición para mí y mis hijas, a causa de mis acciones faltas de sabiduría.
Quedé devastada, mi reflejo en el espejo era el de una mujer amargada, devastada por el dolor. Mis hijas, eran mi aliciente, mi motivo para levantarme y nadar en contra de la corriente, era algo que jamás pensé iba a tener   que vivir, pero que me dejó el mejor regalo que alguien haya podido dar, mi amigo, mi confidente fiel, mi compañero de vida, aquel que me dijo que nunca volvería apartar su mirada de mí y que con su amor, restauraría mi existencia, para que yo pudiera experimentar el amor verdadero, siendo salvada y rescatada de las tinieblas.
Dios es un Dios de infinitas oportunidades, extiende su mano cuando caemos, para sostenernos y levantarnos en victoria. Pude superar mis miedos e inseguridades, adoptando una actitud de alabanza, repetía una y otra vez la canción “Sobreviviré de Lilly Goodman – http://bit.ly/1Mafuq4 ” cambié mi manera negativa de hablar, a una sola frase “Estoy bien, pero voy a estar mejor” y tomé la decisión de seguir hacia adelante, con la ayuda del testimonio de “Tony Melendez- http://bit.ly/1MafI0t” , compartido por un compañero de trabajo, antes de una capacitación en la Compañía en la que trabajaba.
Eres un milagro, creación divina de Dios, no son tus circunstancias, las que definen tu futuro, sino la misericordia del Señor al perdonar tus pecados y permitirte dejar el pasado atrás y tu valentía al avanzar sin importar la montaña que se te haya parado al frente.
“Donde no hay esfuerzo, no hay fortaleza y de las pequeñas decisiones se obtienen las grandes victorias”.
“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”
(Juan 16:33 NVI)

Mi heredad, flecha y recompensa...

MI HEREDAD, FLECHA Y RECOMPENSA…

Escrito por Lilo de Sierra
Mi heredad, flecha y recompensa (2)
“Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud”
(Salmo 127:3 NVI)
Una familia disfuncional, es aquella, en la que sobreabundan los conflictos, continuamente generados por situaciones que desestabilizan el curso normal de lo que sería una familia ideal.
La mía, no es perfecta, pero por la gracia de Dios hemos sido restaurados. Juan y yo, decidimos unir nuestras vidas hace cinco años, cada uno con la carga de un divorcio anterior en la espalda. En yugo desigual, iniciamos nuestro caminar juntos, sin saber a ciencia cierta, lo que enfrentaríamos después de dar el sí ante un notario.
Nuestro primer año de casados, fue complicado. Nicole y Juliana, fruto de mi primer matrimonio y Juanita, heredera de su amor de padre, conformarían junto con nosotros el hogar Sierra Fragozo. No fue suficiente el amor que invadía nuestro corazón, peleas continuas, autoridad quebrantada, celos de nuestras hijas, reclamos constantes por las muestras de amor que teníamos no solo entre nosotros sino para con ellas, la continua intromisión de nuestra parentela y la débil relación  que para ese entonces teníamos con sus respectivos padres, generaron caos, confusión y desesperanza.
Nos vimos muchas veces, con las manos sobre la cabeza, pensando que habíamos cometido un error al unir nuestras vidas, pero a pesar de considerarnos derrotados, el sentimiento de perseverar y luchar, nos ha mantenido firmes y unidos hasta el día de hoy.
He cometido muchos errores, pero mis hijas no son uno de ellos. Ellas jamás serán la consecuencia de una mala decisión; quizás al caminar por fuera de la voluntad de Dios, haya tenido que pasar más dificultades, pero mis niñas lindas, son recompensa del Señor, así lo creo y así lo declaro.
Miro fijamente los ojos de mis princesas, y mi corazón se estremece de emoción y se llena de tanto amor, que siento estallar de felicidad.
Soltera, solía decir, que no tendría hijos, que quería llevar una vida apacible, con ausencia de responsabilidades como la de ser mamá, en la que se exigía no solo tiempo y dinero, sino el sacrificio de ver mi cuerpo cambiar después de 9 pesados meses de embarazo.
Ser mamá no era mi prioridad, pero tuve que enfrentar no una, sino tres veces el reto que Dios me imponía de luchar, para verlas crecer y darles todo lo que ellas necesitaran muy a pesar de mi misma, porque tendría que dejar de lado el egoísmo.
Los dos embarazos no fueron fáciles, con amenaza de muerte por las preeclamsias sufridas al momento del parto yabatida por la desesperación que trae un matrimonio al borde del abismo, Dios me mostró el verdadero amor, en la sonrisa desparpajada de Nicole y las pecas sutil y estratégicamente ubicadas en las mejillas de Juli.
Años más tarde, El Señor me sorprendió, con la llegada de Juanita a mi vida. Mi relación con ella, ha sido víctima de las circunstancias, fluctuante, a veces fría y distante, pero a su vez, cargada de amor incondicional. Es mi hermosa rubia, que cada día, demanda de mí ser mejor persona y un esfuerzo adicional de ceder las veces que sea necesario, para que ella sea feliz. Cuando Dios la trajo a mi vida, hubo química aquel primer instante compartido cuando nos conocimos, es supremamente especial, inteligente y sagaz. La considero mi hija aunque no nació de mí, y por ella daría mi vida si fuera necesario.
Cada lágrima derramada en mi pasado, ha valido la pena cuando las escucho hablar sin parar, cuando veo cuan talentosas son, cuando sonríen o cuando callan con humildad al ser disciplinadas o cuando me buscan al estar tristes, porque es a través de su cariño incondicional y desinteresado, que mi vida cobra un propósito.
Le doy gracias a Dios, por no tener en cuenta mis palabras y darme la oportunidad de sentir los bracitos de mis hijas rodear mi cintura, porque cuando ellas me abrazan, sé que Él está ahí conmigo.
Aún me falta mucho por aprender, deseo ser la mejor mamá del mundo, dejarme moldear hasta que papito Dios, haga de mí una mujer que como dice proverbios 31, sea alabada por sus hijas y su esposo, por lo que en esencia es…
Quizás te sientas identificado(a) con lo que te acabo de contar. Quiero expresarte mi voz de aliento, al confirmarte, que lo que hoy sientes como caos, el día de mañana glorificará a Dios. A lo mejor, te quieran dar a entender que no hay esperanza para ti y la familia disfuncional que hoy tienes, has concebido tu vida en derrota, y el horizonte que puedes vislumbrar es el abismo que lleva al divorcio o la separación; te sientes desesperado, al no saber cómo criar un hijo que no es tuyo o simplemente, te sientes acosado por la presión ejercida por personas que son obstáculo para tu hogar. La solución a todo esto, exige acciones que demandan amor, paciencia, tolerancia y un corazón dispuesto para defender las bendiciones que Dios ha derramado sobre ti.
Te invito a que por un segundo, te detengas a observar a los ojos a tus hijos, en medio de su honestidad, ingenuidad e inocencia, te enseñan cada día una lección de humildad, de perdón y de confianza. Necesitan de ti, no tu dinero, ni tu éxito profesional, sino tiempo de calidad y una caricia llena de ternura.
Merecen que los cuides, porque son frágiles. Has sido llamado para luchar por ellos, ser su luz, su guía y atreverse a nadar en contra de la corriente, para salir en su defensa y luchar para que sean felices.

¡No te rindas!, No hay un mejor motivo para seguir adelante y librar la batalla por tu hogar. Ellos son tus tesoros, son linaje escogido, real sacerdocio, son los niños consentidos del Todopoderoso y al cuidarlos, Dios en su infinito amor, te recompensará por siempre y para siempre.

“Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí.  Pero si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar”
(Mateo 18:5 – 6 NVI)


Opción cero…¡jamás!


Por Lilo de Sierra
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“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
( Juan 3:16 NVI)
Acostumbramos mirar hacia atrás, y a veces, petrificadas como estatuas de sal, permitimos que la amargura inunde nuestra alma. Retumban en nuestra cabeza, las palabras frías llenas de dureza, cual témpano de hielo, en las que se nos quiere convencer de que no somos la opción de felicidad de alguien a quien amamos, o que simplemente, cumplimos parcialmente los requisitos exigidos por las altas expectativas de alguien, inconforme con las bendiciones que Dios ha puesto en su camino.
Sí, eres una bendición, vales la sangre de aquel que incondicionalmente, entregó la vida por ti. Jesús, no dudó en ofrecer TODO, porque sabía que eras un tesoro, que aunque eres un ser humano con muchos defectos, nuestro Padre, se esmeró, por hacer de ti, su niña consentida, bonita princesa, hermoso tesoro.
Eres una hija de Dios, no permitas que te maltraten, créeme, eres maravillosa, aunque, las voces que a tu alrededor escuchas quieran convencerte de lo contrario. No eres perfecta, y Dios, no desea que lo seas, Él anhela que entiendas, que no hay nadie como tú, eres única y especial.
Sonríe, aprópiate de tu linaje, tus malas experiencias del pasado, no definen tu futuro. Hoy puedes cambiar tu realidad, porque en Cristo encontrarás esperanza, reposo en momentos de angustia, y serás totalmente libre.
El tiempo pasa y no lo podemos detener, si en tu cuerpo tienes una cicatriz, sabrás, que cuando sufriste esa herida, dolió, sangró  pero finalmente sanó. Tiempo después, quizás años, la ves y aunque continúa allí, al presionarla, ya no duele, ya no sangra, pero recuerdas como si fuera ayer, las circunstancias por las cuales apareció.
Te rechazaron, te golpearon, te sientes derrotada, fracasada, sin dignidad, la soledad te abruma cada día, lo anterior, a causa de situaciones vividas tiempo atrás, en su momento, el dolor era intenso, lloraste amargamente, a lo mejor, aún lloras, sientes morir…rechaza estos sentimientos negativos, sé libre, rompe tus cadenas, el amor de Jesús es mucho más grande, estás a tiempo para disfrutar el amor incondicional que Él te brinda.
Date prisa, no te detengas, adelante está la bendición, tu recompensa la tienes al frente, no la ves, porque te encuentras perdiendo tiempo tratando de agradar al mundo, de cumplir las falsas expectativas, de caminar por fuera de la voluntad de Dios, de nadar contra la corriente.
Tu padre es Dios, Señor de Señores, Rey Todopoderoso, por siempre vencedor, ¿en verdad crees que carece de la capacidad de hacerte feliz?, Él te ha mostrado el camino, ¡NO LO IGNORES MÁS¡
“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús”.
(Filipenses 3:13-14 NVI)



Que Pasaría Si...


Por Lilo de Sierra
que pasaría si




“Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto”.(Colosenses 3:14 NVI)

Cuando se han vivido tiempos difíciles, lo único que se puede hacer es aprender y no volver a cometer errores que pueden costarte la felicidad.
Este tema es sumamente valioso para las parejas que están comenzando su recorrido juntos, pero también para aquellas que a pesar de muchos años juntos, reconocen que para que una buena relación se mantenga y no se deteriore, se requiere dedicar tiempo y esfuerzo.
Todos estaremos de acuerdo en la importancia que conlleva una buena comunicación, como uno de los pilares sobre los cuales se construye la relación de pareja, sin embargo, ¿cuántos estamos conscientes de que para comunicarse bien, hay que aprender a hablar el idioma del otro?…espero que no estén pensando en que se trata de dominar la misma lengua: inglés, español o chino, eso es importante, yo me refiero,  a la capacidad de expresar y recibir amor total e incondicional, a través del uso de un lenguaje adecuado.
 Los cinco lenguajes del amor, es una ideología desarrollada por el Doctor Gary Chapman en el año 1992 y hasta hoy mantiene su vigencia, y a través de éste escrito, busco brindarte pautas para que puedas analizar y reflexionar sobre cuál de los lenguajes que a continuación voy a describir, es el que hace que tu pareja se sienta más amada, es decir, cuando pienso en Juancho, a él le encanta que yo tome la iniciativa y sea cariñosa, su actitud hacia mí, cambia automáticamente y se vuelve mucho más amoroso. Por el contrario, a mí lo que más me gusta son los regalos y las palabras de afirmación, eso realmente me enamora.
  1. Palabras de afirmación:“En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto” (Proverbios 18:21 NVI)
Qué pasaría si… hoy te decides a darle a conocer a tu pareja, cuanto la aprecias, cuanto valoras su compañía, afecto y cariño. Las mujeres tendemos a criticar demasiado a nuestros hombres y eso a ellos les ¡ESPANTA!; no hay nada peor para el ego masculino, que una mujer le recuerde todo lo malo que dice y hace o lo poco asertivo que es con sus acciones. Por el contrario, todo elogio que podamos prodigar será tomado como un aliciente para que nos amen cada día más. Igualmente, es para nosotras un dardo directo al corazón, la indiferencia, las palabras duras y la frialdad de un hombre, que al llegar a su casa, asume éste tipo de actitudes, hiriéndonos en lo más profundo de nuestra autoestima.
Mujeres, ¡cero cantaleta!; se puede aprovechar mejor, los pocos minutos juntos. Si algo aprendí en mi fallido matrimonio, es ¿para qué pelear horas interminables, si el día de mañana igual tienes que verlo y adicionalmente, pedir perdón?, recuerden, no importa cuanto lo intenten, enfadarse, gritar, pelear, insultar, no va a remediar la situación.
Hombres, Para una mujer no es nada difícil respetar a un esposo cariñoso, amoroso, detallista y que la escuche, esa es la clave para que ella se sienta amada y por ende, para que ustedes puedan disfrutar de la paz de su hogar.
  1. Tiempo de calidad” o tiempo compartido:Hagan todo con amor” (1 Corintios 16:14 NVI)
 Qué pasaría si… hoy decides disfrutar, un tiempo especial con tu pareja, tomas la iniciativa y organizas una cita romántica e inesperada, para expresarle lo mucho que lo(a) amas, o simplemente conversan sin la televisión, los niños, el celular, el computador como testigos principales. Una relación amorosa se construye en el aquí y el ahora, si estás ausente, te pierdes la oportunidad de ser compañero, cómplice, de compartir actividades juntos, para así, coleccionar recuerdos llenos de felicidad.
  1. Actos de servicio:“Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor”. (Colosenses 3:23-24 NVI)
Que pasaría sí… para demostrarle cuanto lo o la amas, ayudas en los quehaceres del hogar o colaboras en la lavada dominical del carro familiar, o le llevas la comidita a la cama o simplemente organizas su ropa o le pones las pantuflas. Es una táctica infalible, ¿a quién no le gusta que lo atiendan? Compruébalo!.
  1. Los regalos:“Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. (Lucas 6:38 NVI)
Que pasaría sí… hoy te decides a tener un detalle con tu pareja, no necesariamente tiene que ser comprado o costoso, cualquier detalle por insignificante que sea, la hará incluso más feliz, si es algo hecho por ti mismo y con algún significado especial. Déjenme decirles, que las mujeres seguimos valorando los ramos de flores y las tarjetas de amor… ¡inclusive las electrónicas!…y los hombres valorarán un detalle que les recuerde que es el hombre perfecto, créanme, se sentirán ¡plenamente realizados!
  1. El contacto físico: “Ah, sí me besaras con los besos de tu boca…¡grato en verdad es tu amor, más que el vino!” (Cantar de los cantares 1:2 NVI).
Es sin duda alguna el lenguaje más importante -sobre todo para los hombres-. Es la mejor forma de demostrarle nuestro amor a la pareja. Es el método más directo y efectivo para que nuestro cuerpo recuerde y despierte su química hacia la persona que amamos. Los abrazos, besos, caricias, miradas y sonrisas son lo que más reforzará la unión con nuestra media naranja, pero tenga cuidado de suponer, que lo que a usted le gusta, también le gusta a la otra persona, respete sus deseos y preferencias.
Los invito a que hagan el ejercicio y descubran cuál es el lenguaje principal que caracteriza a su pareja, eso le ayudará a ser mucho más asertivo al momento de expresar sus sentimientos.
Sigue siendo clarísimo, para los que hemos tenido experiencias amorosas traumáticas y para los que no, que ninguna de estas 5 armas infalibles serán eficaces, si no le damos paso a LAHONESTIDAD Y AL RESPETO MUTUOS…funcionarán sí y solo sí, disponen su corazón y su mente a actuar bajo estos dos principios.

“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.

(1 Corintios 13:4-NVI)