Escrito por Lilo de Sierra
“No me escogieron ustedes a
mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y
den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le
pidan en mi nombre.”
(Juan 15:16 NVI)
Dios ha sido generoso con los dones y
talentos que te ha dado. Eres privilegiado por haber sido escogido por
Él para servirle. Tu madurez y crecimiento espiritual es evidente, eres
un líder destacado en tu comunidad y te sientes feliz por cada uno de
tus logros.
El llamado que Dios te ha hecho va mucho
más allá de lo que hasta ahora has experimentado. Nuestro Señor es
ambicioso y optimista respecto a los planes y proyectos
que ha trazado para ti. Quizás en tu pasado te haya concedido el
trabajo ideal, goces de una familia hermosa, te sientas realizado porque
recibiste el ascenso que tanto esperabas, hayas viajado por el mundo
entero y cuentes con una excelente salud. Damos gracias a Dios por todo
eso, sin embargo, es necesario sacudirnos un poco el conformismo y la
complacencia, para tomar la decisión de no permitir que tus sueños sean
opacados por el espíritu del tedio y la rutina de la aparente
prosperidad.
“Dios jamás logra sus mayores hazañas en el ayer” (P. Joel Osteen),
y es por eso que Dios quiere que impactes a aquellos que necesitando
profundamente de Él aún no lo conocen. Aun no has llegado al tope, falta
mucho por conquistar, te falta creer más en ti mismo, ampliar
la visión que tienes de tu vida; quizás te encuentres en el camino con
personas que tengan la firme intención de desanimarte y lleguen a tus
oídos afirmaciones negativas sobre quien eres y lo que otros piensan
eres capaz de realizar, sin embargo, es Dios quien coloca el potencial necesario en ti, para vencer tus temores y alcanzar los más exigentes retos.
Los límites los pones tu mismo, no
fuiste creado para ser uno más del montón, puedes decidir pasar al
siguiente nivel, dejar una huella en éste mundo, tomar riesgos
inimaginables, nadie puede decirte que no vales, que no eres
importante, que eres un(a) inútil, que no eres atractivo(a), que no eres
lo suficientemente inteligente, quien determina realmente tu
identidad, es tu Padre, quien te creó, quien es dueño de todo lo que
existe, quien ha puesto en ti dones y talentos maravillosos, quien te
dice que vales tanto que decidió entregar a su hijo por tu salvación,
quien te dice hoy que avances
porque tu historia aun no acaba y tienes mucho más que dar, el que te
concede un día más cada mañana porque confía ciegamente en ti.
Piensa en grande, tus sueños son
importantes para Dios, Él quiere hacer cosas grandiosas en tu vida, deja
atrás esa actitud de derrota que te acompaña
y cree que Dios ha puesto en tu interior lo que necesitas para
lograrlo, pase lo que pase, digan lo que digan, si Él así lo ha
dispuesto, se cumplirá.
“Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada.
¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas.”
¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas.”
(Isaías 54:2 NVI)
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