martes, 26 de mayo de 2015

El mejor motivo para sonreír


 “Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa.Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud.Dichosos los que llenan su aljaba con esta clase de flechas. No serán avergonzados por sus enemigos cuando litiguen con ellos en los tribunales” Salmos 127:3 - 5.


Con una mentalidad cerrada y egoísta vivía mi vida hace cerca de 20 años. Una vida superficial, esclava de la imagen, el ejercicio, las dietas, pensaba en mí, en mis propios intereses, poco me preocupaba por las necesidades de las demás personas, inclusive las de mi familia.

Con sarcasmo y cierto aire de arrogancia, hablaba de los hijos como si fueran una carga, no quería que mi tranquilidad se viera afectada por el llanto de un bebé, que mi libertad se viera coartada por las responsabilidades de la maternidad o que mi cuerpo atlético y con medidas perfectas se dañara.

 Lejos estaba yo de imaginarme lo que dice el Señor en su palabra en Isaías 55:9, “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!”

Cinco años más tarde, una prueba positiva de embarazo confirmaría aquello a lo que tanto había temido, iba a ser mamá…asustada, abrumada y confundida, asumiría esa responsabilidad. Aún en medio de la ignorancia de no saber cómo hacerlo, tomé la decisión de salir adelante, luchar por mi hija, y ser el ejemplo de una madre abnegada y comprometida, para hacer de mi pequeña una niña feliz.

Pero…¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz?  (Isaías 49:15)

No puedo describir lo que sentí aquella primera vez que Nicole Alejandra se movió dentro de mí, ella era mi compañía, mi motivo, mi esperanza, la razón por la que mi vida ya no sería la misma, el egoísmo y la superficialidad quedaron atrás para darle paso al más hermoso regalo que Dios me haya podido dar. Después de 9 difíciles meses de gestación, en los que mi matrimonio era el resultado de un hogar idealizado y construido sobre la arena, día y medio de trabajo de parto, una preeclamsia y una pésima atención médica, pude tener a la niña linda de hoyitos en sus mejillas entre mis brazos, preciosa, inocente, fruto del amor, diseño perfecto de Dios.

En medio de un matrimonio totalmente debilitado, destruido, en donde abundaban el desamor, las peleas continuas, la traición y las continuas faltas de respeto de un lado hacia el otro, estaba aquella pequeña, con un amor puro y desinteresado, esperando ver cumplida la promesa de un hogar feliz.

Continuamente tomamos decisiones por nuestros hijos, pensando y hablando por ellos, reflejando el verdadero estado de nuestro corazón y justificando nuestras acciones, con un supuesto bienestar futuro, motivados por una búsqueda incesante de aquello que llenara nuestros vacíos emocionales, en medio de un remolino de malos sentimientos, nuevamente Dios obraba. En contra de todo pronóstico médico y humano, una segunda preeclamsia, y un embarazo de alto riesgo, Dios enviaba a mi Juli, dueña de un brillo especial, tierna, con grandes ojos negros e incontables pecas en sus mejillas que la hacen única, preciosa, y con el toque del Todopoderoso.

Dos años después del nacimiento de Juliana, se avistaba en el horizonte aquello que había temido durante 7 años de mi vida conyugal, se materializaba el divorcio resultado de la ausencia absoluta de Dios. Sabía que no estaba en mis fuerzas mantenerme unida a una persona que no me amaba y que despreció mis sentimientos, pero a la que le debo, el disfrutar del desparpajo, autenticidad, bella sonrisa, alma dulce y corazón noble de mis princesas.

Dando fe de que los planes de Dios son de bienestar y no de calamidad (Jeremías 29:11),  que si permaneces en Él, recibirás SIEMPRE lo mejor, Llega a mi vida Juanita, pícara sonrisa, de carácter firme, decidida, una líder de una autoestima muy alta como ella misma se describe, con una capacidad enorme de exigirte el máximo como persona, auténtica, única, virtuosa y con la misión de hacerme crecer a una dimensión mucho más alta, de lo que para Dios significa amar sin condiciones y sin excepciones.

Cada una en su esencia, tiene un carácter diferente, 3 hermosas princesas, hijas de Dios, que fueron enviadas por el Él para cambiar vidas. Nicole, Juliana y Juanita, llegaron a la vida de sus padres para revolucionarlas totalmente. Como Papás, fuimos elegidos para guiarlos, orientarlos, disciplinarlos, pero por sobre todas esas cosas, para darles lo mejor de nosotros mismos.

Si hoy ves a tus hijo(a) como una carga más, crees que es un accidente en tu vida o lo que es peor, piensas en tu mente que nunca debiste ser mamá o papá y que Dios se equivocó y no te ama, estás muy equivocado (a), tanto te ama Dios, que envió a tu vida la mayor bendición que un ser humano puede recibir, fuente de constancia, perseverancia, compromiso, amor puro y ternura, tesoro del cielo, que hará de ti una persona digna e íntegra, valiente, temerosa del Señor, merecedora de la felicidad verdadera y perdurable.
Para ser buenos padres, es importante tener presente lo siguiente:
  • Criar hijos no es solamente darles techo, ropa, comida, educación, diversión, sino que los padres debemos ocuparnos de inculcarles los valores, actitudes y actos que hagan que sean formados de acuerdo al plan de Dios para sus vidas.
  • Ser padre es un trabajo, una ocupación, un ministerio, un servicio, no un puesto o jerarquía humana”.
  • Es estar atentos sobre la vida de nuestros hijos, cuidar de darles instrucciones con toda diligencia y VELAR para que ellas sean obedecidas conforme a las indicaciones que les hayamos dado.
  • Es respetarlos, amarlos sin condiciones, brindarles tiempo de calidad, más que cosas materiales.
  • Es escucharlos, entenderlos y disciplinarlos con amor y bondad.
  • Como seres humanos sienten, no son de palo, y necesitan de nuestro aliento para enfrentar sus gigantes diarios.

No olvides, que un niño para Dios, es el ser más importante de los cielos, lo que hagas o digas en contra de él, te traerá como consecuencia, lo que nos dice el Señor en Mateo 18: 5 - 6  “Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí. Pero si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar”.

El futuro de tu hijo, su carácter, su manera de afrontar la vida, su formación, es tu responsabilidad, él o ella, son tu vivo reflejo, TU DECIDES!!





domingo, 17 de mayo de 2015

Solo en su amor podrás brillar

Como plasmar a través de las palabras que escribo, a aquel que guía mi camino y que por amor venció todo temor, toda oposición, duras tentaciones, rechazos, humillaciones y que sin condiciones, entregó su vida en una cruz por mí y por tí...

Sé que tienes sueños y que tienes tus expectativas puestas en alcanzar la tan anhelada felicidad, nos encontramos día a día con personas que se creen con la libertad de juzgarnos o con la autoridad de desanimarnos en la lucha de alcanzar las metas que nos hemos trazado, creemos lo que otras personas dicen que somos, ignorando nuestra verdadera identidad en Cristo.

Hace unos años, le pedí a una persona que me describiera lo que para él significaba amar,  sin ser Cristiano, me contestó "Es no dudar un segundo en dar la vida por la otra persona", estoy segura, que en ese momento, él lo veía desde su perspectiva humana, no había tenido un encuentro personal con Jesús, no leía la Biblia, siendo católico iba esporádicamente a misa, más sin embargo, llevaba impreso en su corazón y en su mente, una definición real de lo que es el verdadero amor.

Jesús sin conocernos, renunció a su condición de rey, se hizo igual a nosotros para salvarnos, y hasta su último suspiro de vida, tenía claro para que había venido a ésta tierra. Estaba plenamente convencido, que sus esfuerzos por salvarnos, tendrían una recompensa eterna y no serían en vano. Las personas que intentaron desanimarlo con sus ataques constantes, con sus confrontaciones desleales y llenas de resentimiento y envidia, no lograron su cometido de destruir sus ilusiones de salvación y entrega total hacia la humanidad.

Tomó la decisión de seguir hacia adelante, de tener su mirada fija en la bendición al obedecer a su padre, creyó en sus promesas y sabía que en cada paso que daba Él lo respaldaba. Murió y venció para salvarnos (Romanos 5:8), confía en nosotros, en lo que podemos de corazón dar a nuestro prójimo, desea que dejemos el egoísmo atrás, que veamos más allá de nuestra realidad inmediata, para impactar vidas, motivar cambios y dar un fruto que perdure.

Con ésta historia, deseo que entiendas que es tu decisión el cumplimiento de tus sueños y metas. No sé que estés viviendo hoy, quizás tengas miedo de enfrentar aquello que no te deja avanzar, un divorcio, falta de trabajo, la pérdida de un ser querido, una decepción amorosa, a lo mejor, hoy crees que no vales la pena, porque otros te lo han dicho una y otra vez,  sé que no es fácil apartar la tristeza y las dudas que te impiden lograr tus metas, pero te aseguro que en la medida que camines de la mano del Señor, los resultados serán los esperados. 

No importa lo que hagamos, sin Él no podemos hacer nada, pero al permanecer en ÉL, podrás experimentar una felicidad duradera y próspera (Salmos 1:3), vales la sangre de Cristo, Él es TODOPODEROSO, DIOS DE LO IMPOSIBLE, crees que le queda grande cambiar tus circunstancias? (Mateo 6:33)

Fuimos elegidos, Cristo vive en nosotros (Gálatas 2:19-20), somos sus hijos y herederos (Gálatas 4:7), ganarás, si le entregas tus cargas y preocupaciones a Él y solo a Él (Salmos 55:22), conviértelo en tu prioridad, buscando complacer al único que tiene el poder de cambiar tu tristeza en danza (Salmos 30:11), y así, darás el fruto que te permitirá ser feliz (Gálatas 5:22-25) y sentir amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe, mansedumbre y templanza en medio de las tormentas de la vida, permitiendo que se glorifique a través de tu testimonio y un nuevo corazón.


No lo dudes más, camina hacia su amor....





Lilo de Sierra









sábado, 16 de mayo de 2015

Grandeza en medio de la rudeza

Hay días, en los que mi coraza no es tan fuerte, viejas grietas duelen, por circunstancias específicas y puntuales de mi presente, pareciera que es la voluntad de Dios, caminar por desiertos ya conocidos o enfrentar pruebas ya vividas. 

Son 11 años de tristezas, alegrías, metas cumplidas, sueños que se quedaron en el camino, otros que se hicieron realidad, caídas y duros golpes, bien me dijo el señor, que no iba a ser fácil y que voy a atravesar por diversas pruebas en las que va a probar mi fe para producir constancia en mi corazón, para que al final su obra brille, sirva de faro y cumpla su hermoso propósito, haciendo de mí una mujer íntegra y perfecta delante de Él (Santiago 1:2-18).

Existen momentos en los que me siento sin fuerzas, incapaz de seguir hacia adelante, mi visión se ve nublada y no veo con claridad las maravillas de Dios en mí, tengo dudas, me siento confundida o simplemente sin esperanza de ver cambios radicales, pero es en medio de todas éstas mentiras, que mi Dios me recuerda que soy su hija, que me rescató hace 11 años y lo hará las veces que sea necesario, que soy su niña consentida y que absolutamente nada me separará de su amor (Romanos 8:35). Es medio de éste mar embravecido, que me deja ver, que Él, tiene el poder de calmar las aguas y el viento amenazante, en medio de los problemas, los sufrimientos, las dificultades, el hambre,el frío, los peligros y la muerte, porque aún en la muerte, Él estará ahí.

Debo confesar, que mi momento más esperado, es el día en que pueda estar frente a Jesús, que Él me vea, me sonría y me de un caluroso abrazo de bienvenida...sueño con eso....pero debo trabajar duro aquí en la tierra, para que se haga realidad, me inquieta dejar una huella poderosa en el alma de muchas personas que hoy necesitan una mano amiga, una palabra de aliento, ayuda incondicional o un consejo sabio y oportuno. Poco a poco he ido entendiendo, que no se trata de mí, que la carrera absurda de la que habla Eclesiastés, es absurda, solo si decido no escuchar la voz de mi llamado, que mis tesoros no son las cosas materiales que hoy acumulo, sino lo que es verdaderamente valioso para un Dios de amor que espera que dé lo mejor de mí. También entiendo, que el buscar la aceptación del mundo, solo me aleja de aquel que me brinda amor, sin condiciones.

Algo tengo claro, no puedo seguir ignorando la necesidad de hacer metanoia de nuevo, decido ser feliz, mejorar, perdonar, sonreír, no negar mi realidad sino enfrentarla con la mejor actitud, sé que lo puedo lograr, porque “Para el que cree, todo es posible.” (Marcos 9:23). 

Buscaba un amor y lo encontré en el fondo de mi corazón, Jesús vive en mí y yo en Él, y como sé que está ahí, ni la amargura, la decepción, el desamor o los sentimientos de tristeza, podrán sembrar su raíz, lo creo, lo vivo, lo afirmo, lo siento y lo declaro. 

Es momento de reorganizar mis prioridades, fortalecer mi relación personal con mi Padre Celestial y permitirle actuar en mi, para ser transformada en instrumento de amor y reconciliación.

Todo va a estar bien, todo tiene un propósito, solo debo permitir que el amor de Dios obre en mí y me perfeccione según su voluntad. No me rindo, porque si en medio de mis fallas Él cree en mí, lo mínimo que debo hacer, es retribuirle su dedicación, su tiempo, su protección, su provisión y su fidelidad, expresándole que lo amo, con mi perseverancia logrando ser mejor mañana de lo que fui hoy.