Como
plasmar a través de las palabras que escribo, a aquel que guía mi camino y que por amor venció todo temor, toda oposición, duras tentaciones,
rechazos, humillaciones y que sin condiciones, entregó su vida en una
cruz por mí y por tí...
Sé
que tienes sueños y que tienes tus expectativas puestas en alcanzar la tan
anhelada felicidad, nos encontramos día a día con personas que se creen con la
libertad de juzgarnos o con la autoridad de desanimarnos en la lucha de
alcanzar las metas que nos hemos trazado, creemos lo que otras personas dicen
que somos, ignorando nuestra verdadera identidad en Cristo.
Hace
unos años, le pedí a una persona que me describiera lo que para él significaba
amar, sin ser Cristiano, me contestó "Es
no dudar un segundo en dar la vida por la otra persona", estoy
segura, que en ese momento, él lo veía desde su perspectiva humana, no había
tenido un encuentro personal con Jesús, no leía la Biblia, siendo católico
iba esporádicamente a misa, más sin embargo, llevaba impreso en
su corazón y en su mente, una definición real de lo que es el verdadero amor.
Jesús
sin conocernos, renunció a su condición de rey, se hizo igual a nosotros para
salvarnos, y hasta su último suspiro de vida, tenía claro para que había venido
a ésta tierra. Estaba plenamente convencido, que sus esfuerzos por salvarnos,
tendrían una recompensa eterna y no serían en vano. Las personas que intentaron
desanimarlo con sus ataques constantes, con sus confrontaciones desleales y
llenas de resentimiento y envidia, no lograron su cometido de destruir sus
ilusiones de salvación y entrega total hacia la humanidad.
Tomó
la decisión de seguir hacia adelante, de tener su mirada fija en la bendición al obedecer a su padre, creyó en sus promesas y sabía que en cada paso que
daba Él lo respaldaba. Murió y venció para salvarnos (Romanos 5:8), confía en nosotros, en lo que
podemos de corazón dar a nuestro prójimo, desea que dejemos el egoísmo atrás,
que veamos más allá de nuestra realidad inmediata, para impactar vidas, motivar
cambios y dar un fruto que perdure.
Con
ésta historia, deseo que entiendas que es tu decisión el cumplimiento de tus
sueños y metas. No sé que estés viviendo hoy, quizás tengas miedo de enfrentar
aquello que no te deja avanzar, un divorcio, falta de trabajo, la pérdida de un
ser querido, una decepción amorosa, a lo mejor, hoy crees que no vales la pena, porque otros te lo han dicho una y otra vez, sé que no es fácil apartar la
tristeza y las dudas que te impiden lograr tus metas, pero te aseguro que en la
medida que camines de la mano del Señor, los resultados serán los
esperados.
No
importa lo que hagamos, sin Él no podemos hacer nada, pero al permanecer en ÉL,
podrás experimentar una felicidad duradera y próspera
(Salmos 1:3), vales la sangre de Cristo, Él es TODOPODEROSO, DIOS DE LO IMPOSIBLE, crees que le queda grande cambiar tus circunstancias? (Mateo 6:33)
Fuimos
elegidos, Cristo vive en nosotros (Gálatas 2:19-20), somos sus hijos y
herederos (Gálatas 4:7), ganarás, si le entregas tus cargas y
preocupaciones a Él y solo a Él (Salmos 55:22), conviértelo en tu
prioridad, buscando complacer al único que tiene el poder de cambiar tu tristeza en danza (Salmos 30:11), y así, darás el fruto que te permitirá ser feliz
(Gálatas 5:22-25) y sentir amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe,
mansedumbre y templanza en medio de las tormentas de la vida, permitiendo que se glorifique a través de tu testimonio y un nuevo corazón.
No lo dudes más, camina hacia su amor....
Lilo de Sierra
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