"Porque la paga del pecado es muerte, mientras que
la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor". (Romanos 6:23)
¿En verdad crees, que tus acciones, palabras y pensamientos no
impactan al mundo que te rodea?, te has preguntado alguna vez, porqué Dios
parece guardar silencio frente a ciertas situaciones que te suceden o te
sientes en un laberinto sin salida en el que abunda la tristeza, la desesperanza
o la desesperación?.
¿Vas por la vida haciendo daño voluntaria o involuntariamente a tu
prójimo, creyendo que no pasa nada y esperando ser igualmente bendecido?.
Es el momento de hacer un alto en el camino, de revaluar tu vida
y tomar una decisión radical sobre lo que eres, en dónde estas y a dónde quieres
llegar.
Si das una mirada a tu pasado y tu presente, es posible que
visualices que has estado separado de Dios, muerto en tus propios pecados, que sigues
tu propia voluntad, quizás, lees la Biblia pero no la entiendes, te congregas
en una iglesia, pero es lo último que tienes escrito en tu lista de prioridades
y en tu corazón albergas la imagen de un Dios bombero que debe acudir a salvarte
cuando elevas una oración en medio de un intempestivo incendio que acecha tu
tranquilidad, y jamás le consultas si los proyectos que hoy emprendes, son lo
que verdaderamente Él quiere para ti, entonces, debes sentirte solo, desprotegido,
en un laberinto sin salida o un abismo sin fondo, tu vida no avanza y tus
sueños son hasta ahora eso…sueños sin cumplir.
Ni siquiera ser Cristiano es garantía, si vives un Cristianismo light,
asistes los domingos a la Iglesia, pero los demás días de la semana te olvidas
de tu relación personal con Jesús, dejando de lado las disciplinas espirituales
de oración, lectura de la palabra y ayuno, como armas para salvaguardar tu vida
y la de tu familia. No esperes ser librado fácilmente de las manos de un
enemigo siempre listo para destruirte, esperando que Dios te defienda y libre dicha
batalla por ti, cuando ni siquiera lo determinas en tu día a día.
Lo que verdaderamente te permitirá dar un fruto que perdure y así recibir
bendiciones maravillosas, es la decisión de permanecer en Cristo, conocerlo y
enamorarse de Él.
"Permanezcan en mí, y yo permaneceré
en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene
que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen
en mí" (Juan 15:4).
Tus talentos y habilidades provienen de Él, en tus fuerzas, lo que
emprendas será en vano. Traes tendencias y hábitos que te impiden acercarte a
Dios, pero en realidad, cada mañana, Él anhela establecer una relación personal
contigo, que descargues en Él tus preocupaciones, que confíes es su gran poder
para cambiar las circunstancias de tu vida, que creas en sus promesas, de
restauración para hacer de ti, una nueva criatura, que irradie su amor,
alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio
propio (Gálatas 5:22-23)
Si abriste hoy los ojos, es porque el Señor confía plenamente en ti, es
una oportunidad más, para que dejes atrás el pasado, abras la puerta de tu
corazón y aceptes caminar de su mano.
"Por lo tanto, si alguno está en
Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya ¡lo nuevo!" (2 Corintios 5:17)
Cristo te hace una oferta que no debes desaprovechar. Hoy, te animo a
probarlo en medio de tus tormentas, a dar un giro de 180 grados que te permita
cambiar tu estilo de vida, por uno que te permita dar fruto en todas las áreas
de tu existencia. Atrévete a marcar la diferencia, a no ser uno más en el
mundo, a dejar una huella positiva en quienes te rodean, cada bendición
derramada, es recompensa para tu familia, son tesoros celestiales y te aleja de
la oscuridad….
"Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes" (Deuteronomio 30:19)
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